HOY LES QUIERO HABLAR DEL AMOR

Se ha escrito muchísimo sobre él desde tiempos inmemoriales pero nunca nadie me pudo explicar con simpleza que es AMAR.

Muchos creen que aman y lo único que están haciendo es torturándose a si mismos, es mentirse y engañarse porque no soportan la idea de estar solos o no ser amados.
Amar no es una conducta viciosa, aunque en los primeros tiempos del amor la libido y el cruce de hormonas: testosteronas, estrógenos y demás hierbas…hace que nos volvamos un poco ardientes y a veces fuera de control.

Amar no es el atractivo físico en una mente de mosquito que cuando me case la voy a cambiar.
Amar no es tener un potro o una yegua a tu lado para lucirte en sociedad, pero en la intimidad no te despierta el más mínimo deseo, en todo caso allí estamos confundiendo los verbos entre amar y copular.

Amar no es el atractivo en conjunto que nos despierta el deseo sexual o una dulce palabra susurrada al oído cómplice en anunciar lo que sigue.
Amar no es estar al lado de quien te gusta y tenerle como sirviente: querida me traerías una cerveza…podrías comprarme  tal cosa, ya que sales a la calle…y tú tienes tu traste postrado en un sillón sin querer mover un músculo.

Y así podría pasarme el día dándoles ejemplos de lo que las personas interpretan por amar.

Como gastrónomo y Chef que soy les voy a dar una serie de asociaciones entre el amor y el arte culinario, ya que estos van muy tomados de la mano, ya que despiertan fuertes sentimientos y sensaciones en el hombre.
Al presentar una mesa, busco la armonía del conjunto, que una cosa combine con la otra, nunca voy a poner un plato de porcelana y a la izquierda el platito de pan de plástico. En esa armonía hay amor.

Cuando pienso en la elaboración de un sabroso plato busco la compatibilidad en los productos y como estos sabrán al ser combinados. En la compatibilidad está el amor.
Al cocinar un menú es imprescindible asegurarse que no salga soso y aburrido, siempre es importante un toque de especias, algo de sabor exótico para que la lengua y su paladar no se aburran. En la chispa y el aderezo también está el amor.

Al preparar una ensalada, suelo usar muchos ingredientes y mi deseo es que juntos sean agradables al paladar, pero que al mismo tiempo ninguno de ellos pierda su identidad. Mantener la individualidad y no ser absorbente es también amar.
Consomé, entrada, plato principal y postre son muy distintas variantes de un menú, pero al ser armonizadas con una excelente velada y las bebidas justas pueden hacerte pasar el mejor de los momentos. La sociabilidad y las alternativas armonizan y potencial el sentido de amar.

Te voy a contar algunos secretos: si en una velada, la mujer impone el vino a tomar, esa será una relación donde el hombre pasará a segundo rango, ella tomará las riendas de la casa.
Si ante ti hay un plato fascinante y no eres capaz de terminarlo, serás mediocre en el amor…si te interesa más tu silueta que darle un placer a tus sentidos…será mejor que no busques un novio fogoso.

Si tu compañero mira más el ambiente en derredor que a ti fijamente a los ojos….huye y sal corriendo, porque nunca vas a satisfacerte con su amor.
Si él está solo pensando en los ravioles y el vino que son fantásticos, en vez de hablarte cosas dulces…también sal corriendo ni bien puedas, él no es tu tipo

Ultima y nos vamos despidiendo….si al llevarte a un restaurant no te ayuda a sentarse…terminarás siendo tú su esclava el día que se casen.
Espero les haya gustado…esta breve analogía sobre el amor y la gastronomía…no duden en consultar ante cualquier duda, no solo de comida, también en cuestiones del corazón…
Su consejero y servidor, Chef Martin

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