LA PERTENENCIA

Cuando nos convertimos en el "Chico del barrio" o en el "Hincha del Club" o simplemente en el "Che, argentino" o en el "Vale, español" nos estamos poniendo una camiseta equivocada. Convertimos aquello que nos rodea, en lo que nos da una identidad y olvidamos que somos habitantes de un planeta en general, no solo de un sitio. Adquirimos ese don de pertenencia por costumbre y habito, la misma esquina, el mismo bar, el mismo almacén, la misma rutina de siempre nos hace creer que aquello es nuestro y allí es que perdemos la capacidad pluritaria de aceptar las otras ideas o conceptos como buenos, solo creemos que ese sitio, al cual lo identificamos como nuestro, con un fuerte acento de pertenencia, es el mejor; entonces allí automáticamente no podemos ver las maravillas que nos rodean y tampoco aceptar los otros conceptos como válidos, o sea que el árbol no nos deja ver el bosque.

Debemos actuar, pensar y ser personas con un amplio poder de captación, entender que lo que nos enseñan que es nuestro es bello, pero que lo de los otros también lo es, todos a su manera. Debemos pensar con un raciocinio abierto admisible de expandir nuestra mente y aceptar los conceptos incluso desconocidos, no criticarlos o peor aún compararlos.

Solo el día que el hombre piense así, con una mente pluritaria y universal es que se acabaran los conflictos, los egoísmos, las fronteras y demás ardides e intereses diplomáticos que se inventan nada más que para sostener a una casta de políticos inútiles y el aparato productivo de guerra de cada nación que se supone es para proteger lo de uno...o acaso no somos todos seres humanos? habitantes de un mismo planeta...a qué llaman “lo de uno” acaso no le pertenece a otros dentro de un mismo país.

Solo debemos abrir nuestra mente y saber mirar a nuestro alrededor y disfrutar de lo distinto sin más ánimo que gozarse de la vida en esa gran diversidad.

Que Dios los bendiga!

Lunes 25 de Junio 2012

Martín Carlos Drot de Gourville